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miércoles, 20 de octubre de 2010

Los niños del barrio rojo

Queridos lectores,

Propongo ver este documental que trata sobre cómo es la vida de un grupo de niños pertenecientes al barrio rojo: Kochi, Avijit, Shanti, Manik, Gour, Suchitra, Tapasi, Puja y Mamuni. La fotógrafa Zana Briski acude a ese barrio para poder dar a conocer como es la vida de las mujeres prostitutas pero la resulta muy difícil acceder a ellas ya que nadie quiere ser descubierto en sus acciones, todo allí es ilegal. Al llegar a los burdeles, conoce a los hijos de estas, con los cuales establece una fuerte relación. Decide darles clases de fotografía, llevarles a la playa, al zoo… e incluso, buscarles un futuro mejor encontrándoles escuelas que les admitan.


Estos muchachos han crecido en un barrio rodeado de pobreza, ausente de esperanza, dedicados al dinero, cuya enseñanza es miserable y no tienen una rutina de escuela. Sus padres no pueden servir de ejemplo para estos niños ya que siguen enseñando el mismo círculo vicioso de vida. Estos padres saben que sus hijos necesitan una salida hacia una vida mejor y con futuro pero aún así algunos de estos familiares les niegan, al final, esa escapatoria.

En el documental vemos que Tiita Zana, como cariñosamente la llaman los muchachos a la fotógrafa, intenta ayudarles buscándoles unos estudios básicos en un internado pero, tal vez, debió empezar con los familiares, dándoles a ellos una cultura, haciéndoles saber que la vida no solo es eso. De esa forma, los niños seguirían en la escuela y sus padres no hubiesen ido a buscarles o, como le sucedió a Suchitra que su tía no la dejaba ir a la escuela y la obligo a prostituirse.

Rápidamente ellos han tenido que experimentar cambios y responsabilidades en sus vidas, trabajar para ganar dinero para la familia, hacerse cargo de hermanos o tener esa mentalidad de saber que les pasará (acabar en la prostitución, drogas, delincuencia…). Conocen otras posibilidades e imaginan con ellas pero dan por sentado de que son inalcanzables, de que meramente son lo que son, sueños. Aceptan su vida tal y como es; lo que en su vivienda les han enseñado.

Sin una base en el hogar que les pueda ayudar enseñándoles lo que realmente importa, como es la educación, ¿cómo podrán estos niños formarse como personas? ¿Cómo podrán salir del círculo que les rodea? Sin educación no pueden acceder a una vida digna, a una formación profesional para, posteriormente, acceder al mercado laboral. Necesitan una titulación educativa para salir del posible futuro delictivo que les espera. Son muchos los padres que quieren evitar ver a sus hijos siguiendo sus mismos pasos y trabajando en el oficio que tanto aborrecen luchando para poder proporcionarles una educación superior a la que ellos obtuvieron. En el caso del documental como anteriormente hemos visto es así, pero sin la lucha por obtenerlo.

Ahora entra en juego las escuelas, los internados. Esos que niegan una educación a un niño por ser del barrio rojo, más concretamente por ser hijos de prostitutas o delincuentes. No sale ninguna organización que les acepte por lo que son, niños. Lo único que importa es el estatus que éstos tengan.

En el documental vemos como Zana intenta ayudarles hasta que sus posibilidades se van agotando. Al final, logra ingresar a alguno de ellos.

En el documental también podemos observar el barrio en el que están, denominado Barrio Rojo, en precarias condiciones. Un barrio donde solo habita población pobre, dedicada a la prostitución, delincuencia, tráfico de drogas… Un barrio donde habita la mala vida, del que nadie quiere saber nada, ni hacerse cargo, un barrio alejado de todo.

La educación es el puente hacia una formación profesional, hacia un futuro merecedor. Sin educación no eres nadie. Es importante tener un titulo que acredite que has realizado ciertos estudios para poder acceder al mercado laboral. Los niños del barrio rojo sin posibilidades de tener unos estudios dignos que les promocionen como personas no podrán acceder a un futuro mejor. Es decir, seguirán formando parte de la exclusión social en la que están.

Tener una base educativa nos da la posibilidad de integrarnos en la sociedad como “personas normales” y no pertenecer al grupo de personas en riesgo de exclusión. La sociedad occidental posee centros que ayudan a estos niños sin tener en cuenta de dónde vienen, cómo viven o de quién son hijos, simplemente les ayudan a que su vida sea mejor o, por lo menos, facilitarles el día a día, proporcionándoles atención, educación… Sin embargo, en la sociedad oriental estos niños están excluidos y, para poder obtener la misma convivencia que otro niño de un estatus superior, ponen demasiadas “zancadillas”. Es muy difícil conseguir sacar adelante a estos niños. Ser hijo de prostituta se vuelve una condición a la hora de vivir. Estos niños no tienen la culpa de ser hijos de prostitutas, delincuentes o drogadictos.
Kochi, Avijit, Shanti, Manik, Gour, Suchitra, Tapasi, Puja y Mamuni

1 comentario:

  1. HOLA,ME PARECE UN REPORTAJE MUY BUENO...
    NO DEJA DE SORENDERME CÓMO EN EL LLAMADO PRIMER MUNDO ESTUDIAMOS NO SÓLO POR FACILITAR LA INCORPORACIÓN AL MUNDO LABORAL,TAMBIÉN LO HACEMOS POR SATISFACER ESO QUE LLAMAMOS "EGO" AL QUE DEFINIMOS COMO LA UNIDAD DINÁMICA QUE COSTITUYE EL INDIVIDUO CONSCIENTE DE SU POPIA IDENTIDAD Y DE SU RELACIÓN CON EL MEDIO...( EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS INSACIABLE.
    CURIOSAMENTE,Y TAL CÓMO ESTÁ LA SITUACIÓN SOCIO-ECONÓMICA MUNDIAL A LOS NIÑOS DEL "PRIMER MUNDO"LOS ANIMAMOS A ESTUDIA SÓLO Y EXCLUSIVAMENTE PARA QUE TENGAN UN FUTURO MEDIANAMENTE CIERTO.POR FIN SE HACE ECO DE LAS DIFICULTADES Y NECESIDADES DEL SER...EL PAN DEL DIA A DIA.

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